Insignificante
como un lunar pequeño
en una espalda constelada.
Sin significado
como la lágrima
que se escapa de un bostezo.
Breve
como se pestañea ante el reflejo
de un cristal roto.
Al alcance
como la lluvia cuando cae.
El verano aparece
y nutre de pequeñas presas deliciosas
las calles
las noches y
las puertas traseras de cualquier vida
que se preste a perderse fugazmente
en el apetitoso mundo
del cuerpo ajeno.
5 comentarios:
El verano nos permite cambiar y olvidarnos de la rutina, entre otras cosas...
ge-ni-al.
Fermoso perderse, incluso pola porta traseira de algunha vida apetitosa...
Fermosas palabras ben cosidas á mensaxe.
Un bico dende a Chousa no verán que fuxe.
Soy fanática de un cuerpo ageno que no he tocado...
Breve pero intenso, me ha gustado.
Creo que deberíamos discurtir algún día seriamente eso de tu "derechismo" crónico (desde mi posición totalmente radical y utópica, se entiende)
Besos y me ha gustado verte en Coruña aunque no teníamos tiempo de charlar con calma.
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