jueves, 26 de junio de 2008




Fue un segundo. Se acercó a mí y me lo pidió. No mediaron palabras, sólo la sensación de que se iba, la de que no volvería.

Fue un segundo. Un silencio clamoroso. 

Y se fue.

miércoles, 18 de junio de 2008




- Escríbeme algo pequeña.

- No soy pequeña, soy mayor.

- Sí pequeña, eres demasiado mayor. Escríbeme, que tú eres mi sabia de bolsillo.

...

"Me desperté y me estaba mirando. Eso no me gusta. No se espía a la gente cuando sueña. Gruñí un poco y me desperecé entre sábanas ajenas. Por la noche fueron mi guarida, pero por la mañana me sentía como un insecto  atrapado en una tela de araña. El pobre bicho iba volando, volando...y se dejó cazar.

- Me voy, tengo cosas que hacer.

- No te vayas niña. Ven aquí un momento. Luego ya te dejo escapar.

Me cogió de la mano y me llevó al salón. Me pareció curioso:

- Te escondes aquí, ¿verdad?

- No te rías, nunca traigo mujeres a mi salón.

Era su rincón. Lo comprendí con la primera visual. Su habitación era perfectamente impersonal... pero aquel espacio nuevo era un desnudo integral. Sus libros desordenados, caóticos, manoseados, pintarrajeados... su música escrupulosamente enfilada, casi alfabetizada. Y un montón, un auténtico montón de papeles, libretas, incluso servilletas como lienzos esporádicos, urgentes.

Y una guitarra eléctrica.

- ¿Me cantas algo?

- No sé cantar, pero siéntate.

Y me miraba con ojos de tener el JaqueMate a un suspiro. Dejé de cotillear entre sus libros y me senté:

- No toques muy bien no me vaya a enamorar. No quiero enamorarme de alguien que se carga una edición especial de Zweig.

Y empezó a sonar algo que me era familiar...

... una nana.

Una de mis nanas.

Me descolocó. Un momento. Espera... iba a ironizar sobre lo curioso de ver cómo unos brazos de malote tatuados tañían una guitarra eléctrica para tocar una canción infantil... frivolizar un poco y esconder los coloretes de la rendición. Pero me callé y escuché la canción con la que habían empezado tantos sueños de mi niñez.

Cinco minutos antes urdía la forma más protocolaria de no volver a cruzarme con él. Ahora me abrazaba y le dejaba sentirme humana y débil a cambio de que evocara conmigo, también humano y débil, imágenes de antes de ser mayores.

Nos quedamos dormidos en ese sofá destartalado, agotados de entregas personales. Cuando me desperté ya no estaba. A mi lado una nota que decía:

"La tarareaste medio dormida"

Touché, pensé. Tocada y hundida. Apunté en el mismo papel un:

"Gracias por hacerme pequeña"

Recogí mis cosas y me marché. Sin un teléfono siquiera, y sin intención de dejar el mío.

No lo he vuelto a ver, pero me quedó la historia, la sensación de haber encontrado vida en mi planeta... y la pena de no poder enamorarme de alguien que se carga una edición especial de Zweig."

....




martes, 17 de junio de 2008





Te quebré.

Te ahogué la mirada, 
la que hablaba,
la que  me sonreía,
con la que desperté al mundo perverso
al tierno
al cómplice
al imposible.

Me entregaste tus brazos abiertos,
desnudos,
vulnerables y tristes.
Yo te los llené de fantasías,
de noche insomnes,
de sábanas rendidas y

después...

huí.

Sin adioses, sin mañanas.
Te dejé solo,
roto
y te sentiste los huesos del festín.

Aunque dudes
me tuviste absolutamente.
Yo me vacié en cada momento,
en cada caricia y

sin embargo...

...corrí.

No lejos, 
pero sí remoto.

No invisible, 
pero sí inalcanzable.

Desenfrenada...desencajada...injusta.

Ahora pienso en la palabra perdida,
en la adeudada,
en la merecida...y siento...

que si no exigieras

si comprendieras
sin nada con lo que poder comprender

si no necesitases arañar...

podrías

seguro

pensar en el dolor de la huída,
en la herida abierta,
en el ala inútil
en el porqué...en el porqué no.

podrías...

sin una sóla pregunta

perdonar.

lunes, 16 de junio de 2008

Elas.




Que soa co mar rumoreando, que soa e que chea cando te bica os pés. E as ondas...escóitalas...se estás atenta escóitalas como se desfán de pracer cando abrazan unha rocha.

E lles ves as mans, e tamén ves que non rompen, acaríñanse e reinvéntanse cando se estremecen.

Elas trouxéronme un vento bautismal e espidas arroláronme, e dixéronme eternas que non existía nada que non puidesen calmar.

Se camiñas cos ollos pechados e o ánimo esperto, sentes. Entendes.

Eu pedinlles un desexo. Pedinlles...pero confesáronme que non saben de artificios, nin de maxia nin de asuntos menores. Elas están. Só están e bailan, contoneándose lamen o horizonte.

Só están e nós só miramos. Sedúcenche co seu tacto salgado e entón nada doe, nada queima.

Se desenfocas o suficiente chéganche as súas voces e os seus silencios, e entón...parecerache que xa ninguén
nunca
saberá escoitarche igual.

miércoles, 11 de junio de 2008




Que tengo la piel bramando,
y el pensamiento roto,
que la vida abrumada
y tus ojos presentes.

Que me duele el alma
que me sonrío
que me mareo,
que enloquezco.
Y vuelvo a enfocar.

Que vienes,
que vas,
te alcanzo,
te logro...
me agoto.

No sé dónde estoy por momentos,
y a veces tampoco dónde buscar.

Que sienten hoy las piedras,
que enloquece el mar,
que me lleva
que me come
que me escupe y
me sabe acariciar.

Que todo está loco,
ineligible
hipersensible
incontenible.

Que hoy

está

danzando

la luna llena.

lunes, 2 de junio de 2008




Me despido

de nuestros juegos,

de las batallas en cama,

de curarte la espalda.

De ocuparte la vida.


Me despido de tu sombra,

me olvido de los nombres

con que llamabas

a mis manos,

a mis pechos,

a cada centímetro de mi cuerpo.


Me olvido de cómo me enseñaste

a tocarte,

a buscarme,

a encontrarnos.

De cómo me guiabas con tu mano,

de cómo seguías la mía y

me suspirabas.


Me olvido de las huídas improvisadas,

del hotelucho en el que me dejaste sola

una noche

para que te odiara.


No escucho ya

el crepitar de mi piel

si te pienso,

ni escucho tampoco

tus levísimos te quiero.


Hacía mucho que no te me aparecías

y lo hiciste hoy

para que yo sepa,

para que nunca olvide

que siempre

al final...

...me despido.