Vacías las cuencas de mis ojos,
como vacíos los ayeres,
como vacíos los mañanas.
Desgarrados los recuerdos
esta noche
sólo busco
una palabra cierta que me rescate.
Un destino.
Un sentido para cada paso dado,
para cada aliento perdido,
para el alma vendida y
las sienes rotas.
Me escuchas,
sé que me escuchas cuando
te escribo,
como me miras cuando
te beso.
Te llega hoy un alarido
desordenado, desconcertado
herido
que dice:
"cómo duele la vida,
el zarpazo,
el tiempo perdido.
Cómo duele la vida,
abrázame esta noche
y se acabe este pensamiento"
6 comentarios:
Un triste verán? Iso parece.
Arianrod
Non amigo, unha sensación. Nada ou pouco que ver coa realidade ou co que teña vivido.
Un vampiro, os que escrebemos pouco ou moito, ben ou mal...os que escrebemos...somos vampiros do que vemos.
Certo. Xa mo dixeches doutra ocasión. Parabéns, entón, pola "transfusión".
Arianrod
que se acabe, que se acabe...
que los zarpazos son parte de las cicatrices que nos elaboran una circunstancia
gracias por agregarme yo tb te agregue
ah¡ muy bueno tu blog
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