domingo, 29 de noviembre de 2009

Aullido a una piel prestada

Foto: JaqueMate.

...


Me das ternura envuelta en saliva.

Me das tu cuerpo en dosis,
tu alma envasada.

Me prestas tu deseo,
tus pies y tus claves.

Me lo das todo si te lo pido
ronroneante.

Todo me lo enseñas
si te lo escucho desnuda.

Amigo de piel,
hermano de anhelos,
amante de los santos secretos
de mi cuerpo inflamable.

Hoy te escribo a tí.

A tí.

Porque me arrancaron el alma
para dejarla perdida.

Porque me enfermaron de sueños
por recrearme en los míos.

Hoy que hundieron las manos en
mi soberbia...
hoy luz directa en la grieta de mi disfraz,
hoy cera caliente en mis ojos abiertos....
hoy,
escúchame maullando...

Cúrame, tú que me amas mucho
algunas veces,
tú que te entregas todo
en algún silencio.

Tú que no me tienes,
tú que no eres mío.

Tú que me tocas
con devoción infinita.

Sólo a tí
porque no te espero
puedo confiarte
mis pieles.

Mézclalas con tus labios
y vuelvan las noches a ser guarida
para tu ángel incontenible.
Escenario
para mi corazón en porciones.

Vuelva mi espejo a ser refugio
de segundos infieles.



lunes, 23 de noviembre de 2009

A todas las caperucitas.


Foto: Venus en porciones.

...


A las que callan por si viene el lobo,
a las que son poseídas, no amadas.

Ésas que tienen miedo de ser, de estar, de hablar...
ésas... a las que apagan la frente,
a las que encierran los ojos,
a las que diezman las manos
y la luz de la piel.

Las borradas, las silenciadas.

A todas las mujeres que alguna vez se sintieron culpables
por ser ellas mismas.

Todas vosotras somos nosotras,
en todas hay un poco de vuestro dolor.

Vuestros párpados son también los míos,
vuestros alaridos son a la misma luna
que veo yo.

Maldito el que sonríe escondiendo sus fauces
maldito el que acaricia afilando sus garras en tu piel.

Que no te nieguen,
que no te anulen,
que no te toquen.
Que no hay lobo disimulado que se atreva
a mirarte
si tú le dices:

- Soy yo todas las mujeres.

Y siéndolo todas,
no hay agujero en el mundo
no hay vertedero en la tierra
en el que pueda esconder la vergüenza de su disfraz.




domingo, 1 de noviembre de 2009

De las alas heridas



Foto: Estación de tren. Santiago de Compostela.

... ... ...

Se me caen las plumas
una a una
de mis alas efervescentes.

Se me caen
y al rozar el suelo
me duelen
y me hablan.

"Yo no quiero entregaros" , les digo.
Yo no quiero ataros, pequeñas.

Amo cada batir de alas,
amo cada soplo de viento en mi cara.

Pero vuestros destellos
arañan mejillas
desploman caminos

Ave que despliega alas infinitas,
pero ave rapaz,
pájaro vivo y solitario...

... escucha...

que tu vuelo hambriento
puede también instalar tantas rejas

que piensas que vuelas
y en verdad

planeas

a ras de suelo.