jueves, 28 de mayo de 2009




No creo que sepamos decirnos nunca lo que nos pasa,

ni creo que yo pueda beberte los labios sin miedo
                                                                     alguna vez.

No creo que te atrevas nunca a tenerme,
 
ni me atreveré yo a entrar 
                                              
en tu pecera de cristal cuarteado

en lo lacerante de tu amor apagado,

en la asfixia de las paredes hipotecadas.

Así nos miramos,
nos fantaseamos,
nos tocamos en los finísimos límites de la cordialidad.

Allí nos esperamos sin esperarnos, 
allí en la cama propia con el cuerpo ajeno
allí donde no nos nombramos

donde
            nos 
                    ansiamos.

No llamaré a la puerta de tu cuerpo voraz

ni despertarás tú la calma de mi piel devastada.

Pero cada vez que te encuentre

                 ...cada... 

                 ...vez... 

... pensaré en tu dolor infinito....
                                                         ... en el porqué del porqué no...

cavilaré en si soy reo o verdugo

libre o esclava

pensaré

que no nos mordemos 

porque ni me atrevo yo a demolerte la calma

ni te arriesgas tú a perderla

buscando
                 un bocado 
                                    de sensualidad.
                                  

8 comentarios:

Rei dijo...

tu blo me gustó mucho, me gusta como escribis, al igual que todas las fotos.

Suerte :D
Rei.

Luis González Varela (Luis Celeiro) dijo...

Joo, que bueno. Felicidades te has superado.

Un beso y suerte en la mentira electoral.

Lunática dijo...

Precioso. Sin palabras este "sin título".

El Ángel... dijo...

Muy bueno, muy real como situación, son muchas las cosas que transmites. Enhorabuena.

Saludos

Iván Puentes dijo...

Fantástico! De lo mejor que te he leído. Quien no se sintió así, tanto en un lado como en el otro, alguna vez? Bicos ;-)

MâKtü[b] dijo...

nop, no nos atrevemos...

Chousa da Alcandra dijo...

Demoledoramente tremendo e tremendamente demoledor.

En todo caso, por enriba dos freos e ataduras, percibo certo goce e disfrute. Hai que zugar ben as frebiñas que nos ofrecen os ósos; así que...

simón dijo...

Que bueno todo lo escrito en este blog, enhorabuena.