jueves, 22 de enero de 2009




07:00 a.m

Te levantas perezosa. Ronroneas, gruñes... pero emprendes el rito de la huida.

No encuentras tu camiseta porque tu ropa está desperdigada por toda la habitación... la huella de una batalla urgente y arrebatada.

Por fin reúnes tu armadura. Te vistes. Le dejas un beso paciente en la frente. Querrías abrazarte al calor que desprende su cuerpo esta mañana ventada. Pero te vas. Eres débil, has de trabajar. No puedes entretenerte porque como te acerques mucho y se despierte vas a querer más. Mucho más. 

Vete. 

Corre.

Aléjate de esa habitación indecente que cuando den las 08:30 has de ser otra. Reinventarte. Sacudirte las imágenes de la entrega nocturna y olvidarte de los impulsos que te asaltaron al verlo entregado a sus sueños.

Venga, date prisa.

Si volvéis a veros cuéntale que crees que por fin te acuerdas de lo que sueñas al despertar.

Pero, venga, no te entretengas... 

que llegas tarde a tu vida

que él ha de volver a la suya.

Y todo vuelta a empezar.




11 comentarios:

Anónimo dijo...

Y es una lástima que nuestras vidas no puedan ser esos momentos fugaces, generalmente robados, que desearíamos durasen toda la eternidad...

... pero que aburrido sería todo sin esos momentos de ansiedad por el reencuentro con esa otra persona, con su cuerpo, su calor, y al fin esas miradas entregadas dedicando una sonrisa cómplice con un mensaje oculto.

Un fuerte abrazo, deseando que no tengas que regresar a tu vida demasiado a menudo, desde el Otro Lado.

Chousa da Alcandra dijo...

E como sabe que chega tarde "á sua vida"?. Se cadra a que é súa precisamente está alí...

Millán Fernández dijo...

Grandes entredas, con grande sensibilidade e con grande capacidade para facerche pensar. Entras nos recovecos do íntimo e é moi gratificante porque se plasma o que moitos sentimos, pensamos, ero non somos tan capaces de poñer negro sobre branco.

Un saúdo Tamara.

Chousa da Alcandra dijo...

[Tés razón, que os ventos destes días semella que enchen de tristura o blogomillo. Compre que os animemos un chisco, non che parece?]

Silmarwen dijo...

Siempre con prisas...

A lareira de Santiso dijo...

Acabo de caer por primeira vez no teu blog a través do de Chousa, e quedei prendada do teu texto, da túa foto e de todo o que desprende. Hei pasar máis veces.

Miguel Rodríguez dijo...

Por eso afinemos la punteria para ser siempre los mejores cazadores de momentos.

Luis González Varela (Luis Celeiro) dijo...

La vida sin momentos carece de sentido.

Con el paso lento del tiempo, en estas tardes de invierno frías y lluviosas en las que los minutos sobre los libros se te hacen eternos te dejas volar y tu mente libre de toda atadura se llena de recuerdos, momentos fugaces de tu vida que han perdurado al olvido, y a las borracheras, porque lo que fueron, lo que son y lo que serán, por lo que significarón, lo que significan y lo que significarán.

Muchas veces no recuerdas el lugar, ni el tiempo, pero si los sentimientos que rodean ese momento. La vida es un recopilación de esos momentos.

Coincido plenamente en el planteamiento "filosófico" contigo. Besos desde el exilio Ourensano.

El perro andaluz dijo...

Es como cuando has cenado algo delicioso y no das para más, pero ahí está el postre, esperando por ti.

Anónimo dijo...

Mátasme Galeguiña, empeza e escribir eh!! ;-)
bicos

Lunática dijo...

Este escondite que he descubierto ha sido fantástico.
Bellamente expresado este despertar mañanero en el que cogemos la careta, nos disfrazamos y dejamos de lado los anhelados secretos...